Tras visitar el paseo de la victoria con sus jardines, dimos un paseo por el casco antiguo de la ciudad disfrutando de la sinagoga, de las diferentes parroquias y de los patios andaluces que encontramos en lugares escondidos de las callejuelas por las que pasamos. Terminamos el día con la visita de la Mezquita. Ahora estamos todos disfrutando de un momento de descanso cerca del puente Romano. Un descanso bien merecido tras esa noche tan corta y ese día tan bonito.